6 recursos para convertir tus recetas en un plato sostenible

 

Si bien has llegado hasta aquí es porque no solo la teoría te suena bien sino que eres de los que te gusta llevarlo a la práctica.

Espero que estos recursos te puedan dar más ideas sobre cómo hacer recetas más sostenibles. Mi intención es ofrecerte unas herramientas para que seas tú quien las gestione como mejor te convenga.

Esto no quiere decir que tengas que utilizar todos y cada uno de estos puntos en todas se recetas, ¡ni mucho menos!

Pero partiendo de unas pautas generales te resultará más fácil crear tu propio plan de trabajo.

 

¡Vamos a ello!

 

 

 

   1. COMPRA LOCAL

No solo se trata de escoger una receta, la decisión de que productos compramos pueden determinar un impacto más o menos agresivo en el medio ambiente.

Toma las riendas de tus decisiones con la implicación necesaria. Conoce el producto de primera mano siempre que puedas, valorando el trabajo hacia el productor y aprendiendo de él como si de una masterclass se tratara.

 

   2. UTILIZA LOS DESCARTES

Piensa en ellos como otro ingrediente más, de valor gastronómico para integrarlos en en el plato. Investiga nuevas maneras y técnicas que te permitan aprovechar al máximo un ingrediente sin ningún desperdicio.

Para mí es uno de los aspectos que más me gusta tener en cuenta en la cocina  ya que es a través de estos retos cuando más aprendo.

Te iré compartiendo ideas por si te quieres unir.

¿Te apuntas al reto?

 

   3. OPTIMIZA LOS RECURSOS ENERGÉTICOS

Desde la elección de materiales de tu cocina a la gestión eficiente de las elaboraciones.

Puedes crear un plan de trabajo a tu medida que te ayude en este proceso:

Organízate de manera en que aproveches las fuentes de energía al máximo lo cual también repercutirá en el tiempo del cocinado. Con unas buenas bases ya preparadas, podrás ahorrar tiempo y energía en tus elaboraciones diarias.

En este post puedes encontrar más ideas de cómo hacerlo.

Por otro lado, plantéate qué tipo de herramientas necesitas realmente para evitar acumular material de cocina que no usas en el armario.

¿Y qué tipo de materiales quieres usar?

El precio puede influir en esta decisión aunque valorar solo esta variable nos puede acabar saliendo más caro.

También está la decisión de escoger entre materiales más o menos sostenibles, lo cual puede repercutir tanto en nuestra salud como en la calidad de nuestras elaboraciones.

 

   4. INCORPORA VARIEDADES SILVESTRES

Aprovecha lo que la naturaleza nos ofrece en cada momento e incorpóralo en tus platos. Sólo hace falta conocerla un poco para aprender a recolectar todo aquello que necesites.

En realidad no hace falta ser ningún experto, puedes ir descubriendo poco a poco nuevas variedades y recolectar solo las que reconoces.

Te puedo asegurar por mi experiencia que hay un antes y un después en la relación con tu entorno cuando lo conoces un poco más. Así que por mi parte seguiré aportando todo lo que sé con recursos lo más prácticos posible.

 

   5. EXPERIMENTA CON MÉTODOS TRADICIONALES DE ELABORACIÓN

La naturaleza también cocina: La maduración, el secado y la fermentación son algunos ejemplos de su proceso de transformación. ¿Por qué no aprovechar más estos procesos naturales en tus platos?

Según el grado de maduración puedes obtener resultados diferentes de un mismo ingrediente: el color y el tamaño variarán y evidentemente su sabor.

El secado te permitirá jugar con texturas más crujientes, al eliminar toda la humedad del ingrediente o de la elaboración. Puedes probar con la deshidratación solar y también con la deshidratadora artificial, la cual hace la misma función de forma más rápida aunque menos natural.

La fermentación implica un cambio en la composición de la materia orgánica lo que conlleva la creación de otra elaboración distinta. La cocina tradicional siempre ha utilizado este recurso para elaborar algunos de los alimentos más básicos, cómo el pan, la leche, el yogurt, el queso y la cerveza. Otras culturas tienen sus propios fermentados tradicionales, los cuales son ya muy habituales en nuestras cocinas, como por ejemplo, el miso, el chucrut, la salsa de soja o el kimchi.

Aceptando la no inmediatez en la cocina descubrirás un mundo lleno de posibilidades.

 

   6. COME MÁS VEGETALES

Por sostenibilidad, por salud y también por placer.

Incrementar la cantidad de vegetales en nuestras comidas es beneficioso tanto para nosotros como para nuestro entorno.

Tratarlo como un ingrediente principal y dándole el mismo valor que cualquier otro comprobarás que en cuanto a creatividad no hay límites.

Cocinando des de la autosuficiencia, la exploración y el respeto por el producto.

 

Hasta aquí los recursos para crear platos sostenibles.

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¡Hasta pronto!

Clara

TAGS: #sostenibilidad, #gastronomia sostenible